Logo
Silvia Cristina Beltrame
Con temperaturas que llegan a los -71.2 °C, el pueblo de Oymyakon, al este de la Siberia rusa, está considerado como el lugar habitado más frío del planeta.

En la localidad, donde viven unas 500 personas, el invierno dura nueve meses y la luz solar solo dura unas pocas horas al día. Durante el verano, las temperaturas alcanzan periodos breves de hasta 35 grados.

Los residentes de la ciudad están bien abastecidos de calefacción gracias a una central térmica alimentada con carbón en la ciudad, pero para compensar posibles pérdidas, también han de sellar puertas y ventanas.

El frío además revienta las tuberías, por ello, existen unas pequeñas casetas fuera de la casa, donde se ubican unos agujeros labrados en la nieve donde hacen sus necesidades.

Los ciudadanos no suelen pasar fuera más de 20 minutos y suelen turnarse si tienen que realizar trabajos en el exterior. Su dieta se basa sobre todo en animales congelados como pescado, conejo o reno.

Foto de un lugareño 🥶
2 months ago